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Por: Pedro Gómez, Director de Impuestos y Legal de ÀÖÓ㣨Leyu£©ÌåÓý¹ÙÍø Costa Rica

Las administraciones tributarias en el mundo siguen la tendencia de modernización impulsada por la implementación de herramientas tecnológicas, las cuales les permiten mantener una mejor gestión de las transacciones que sus contribuyentes realizan.

Costa Rica no es la excepción, por lo que la administración tributaria anunció el lanzamiento de la nueva plataforma Hacienda Digital, la versión 4.4 de facturas electrónicas y las nuevas declaraciones informativas, autoliquidativas y de precios de transferencia (PT).

Así, y con ayuda de herramientas de big data, la administración tributaria en el país podrá mejorar la gestión de la gran cantidad de datos de contribuyentes, realizar cruces de información y  elaborar declaraciones antes de que sean presentadas.                 

Ante estos cambios, las empresas se enfrentan al reto de llevar a cabo una transformación de su función Fiscal que les permita invertir más tiempo en las actividades intensivas que agregan valor, dejando que la tecnología se ocupe de aquellas que puedan automatizarse. De esta forma, las organizaciones estarán en mejores condiciones para reaccionar y prevenir riesgos fiscales con mayor eficacia.

Asimismo, la transformación de la función Fiscal mediante la implementación de tecnología en los procesos tributarios ayuda a las compañías a reducir los riesgos derivados de fiscalizaciones cada vez más focalizadas, así como realizar cruces entre la facturación emitida y recibida con auxiliares de compras y ventas, y registros contables. Esto tiene ventajas que abonan a la optimización de la cultura de cumplimiento.        

Lo anterior demuestra que las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de invertir en digitalización a nivel fiscal, a fin de generar eficiencia y mayores niveles de control interno que salvaguarden el bienestar del negocio.

Para lograrlo, adoptar metodologías de transformación de la función permite crear modelos operativos integrales personalizados que ayuden a responder a los cambios en el entorno tributario.

Dichas metodologías deben considerar elementos como:

• Modelo de prestación de servicios
• Personas
• Proceso funcional
• Tecnología soporte
• Datos y reporte
• Gobernanza y controles

Esto permitirá realizar análisis integrales de los modelos e incorporar tecnologías de forma estratégica, sin dejar de considerar aspectos fundamentales como tareas, personas involucradas, competencias y habilidades del talento, políticas y procedimientos, calidad de los datos y reportes, así como gobernanza y controles para mitigar riesgos de procesamiento.

Con toda esta información es posible determinar aquellos aspectos son susceptibles de mejora, además de obtener beneficios como los siguientes:

• Menores tiempos para acceder a la información y los datos
• Optimización de costos
• Reducción significativa del margen de error humano en las operaciones
• Eficiencia y éxito en los procesos de fiscalización llevados a cabo por las autoridades tributarias
• Integridad y mayor precisión de la información
• Mejora en los procesos de cumplimiento

Finalmente, es importante señalar que, en la medida en que la administración tributaria en Costa Rica se moderniza, los procesos de revisión se vuelven cada más exhaustivos y complejos, por lo que es indispensable que las compañías revisen y evalúen sus modelos operativos tributarios, de tal forma que puedan realizar los ajustes necesarios de cara a los retos que enfrentan. Transformar la función Fiscal de las organizaciones es posible, y, sobre todo, indispensable para que las compañías mantengan sus operaciones y puedan seguir siendo competitivas.

Nota: las ideas y opiniones expresadas en este escrito son de quienes firman el artículo y no necesariamente representan las ideas y opiniones de ÀÖÓ㣨Leyu£©ÌåÓý¹ÙÍø en México.

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